7º- 515

Buff... Vaya nochecita, había un grupo de 10 portugueses que habían invadido el albergue. Lo primero que se escucha, una flatulencia, sin miramientos, como en su casa. Poco después empieza el festival de ronquidos. He convivido con bastantes osos, y me he llevado tapones, así que sin problema. Abro el ojo y ya no hay nadie!!! Pero que hora es???

Las 7:30??? Y no hay nadie??? Joe como aprieta la gente.

Pues nada me despierto, desayuno las sobras que había por el albergue y me preparo. Antes tengo que coser la mochila, que ya ha cedido.

Hoy me espera un día tranquilo, creo que tengo unos 60 km hasta Outeiro. Hago noche ahí y mañana a Santiago!!! Que ganas!!!

Empieza la etapa con barro. La verdad es que todavía no entiendo la función que tienen todas esas piedras que hay en el camino. No sé si es para hacer la ruta más entretenida... Para ponerselo difícil a la gente y cobrarse algún esguince... Tuvieron utilidad alguna vez??? Ni idea...

Estoy aprendiendo a montar en bici por aquí. Ya estos repechos llenos de barro y rocas hasta me gustan. Te hacen esforzarte al máximo para no poner el pie en el suelo. Y la bici, me sorprende los sitios por los que es capaz de pasar. Una subida al limite, y al final, 4 o 5 piedras para no ponerlo fácil, pues las pasa. Estas piernas también ayudan... Pero no me imaginaba que aguantara tanto.

Para llegar a mi primera parada, Castro Dozón hay dos posiblidades, una, más corta, que es el camino original que pasa por Cotelas, y otra, 5 km más larga, que pasa por Oseira, el camino Real, donde dicen que hay un monasterio que merece la pena ver. Pensé, pff ya ves, no hacen más que meternos rodeos para pasar por iglesias y ni caso, así que me da un poco igual. 

Como no me entero muy bien cuando hablo con los lugreños entiendo que el camino largo es el más bonito, y como yendo en bici tengo tiempo de sobra pues tiro por ahí.

Vaya caminitos, todo lo que he contado antes, pero sin descanso, después de 15 km de cuestas y cuestas llenas de piedra y barro por fin llego a Oseira, y pienso, hoy no paso de 30, estoy molido, los muslos empiezan a quejarse, lo que nunca en todo el viaje.

El monasterio de Oseira es una mole en medio de un valle con el que te encuetras después de una larga bajada que se agradece, y tras 4-5 bidones de agua, la mitad de ellos para limpiar la bici. 

Una vuelta rapida por ahí, y a seguir.

Menos las cuatro casas de delante el monasterio es todo lo que se ve.

Cuando me decido a seguir pienso que quizás se están riendo de mí. En serio pasa por aquí el camino??? Hay tramos en los que una cuerda no vendría mal. Tengo que mancillar la ruta y seguir por carretera, al menos este kilómetro. 

Hoy estoy siendo un poco panoli.

Primero me voy por la ruta mas larga y de peores caminos, y ahora es la tercera vez que me paso una señal y tengo que subirme toda la cuesta gratuitamente para seguir en el camino...

Muy cansado. Ya aprovecho cualquier excusa para bajarme de la bici, y eso que  no llevo más de 20 km. Creo que los días se empiezan a notar. 

Y como voy buscando excusas me encuentro a otro viejecito muy majo con sus vacas por la carretera, y me puse a darle palique, que si que raza era la autoctona, que qué bien que en Galicia a penas haya vallas para dividir las fincas, que cuanto vale un buey para chuletones... Hasta 5000€ me dijo!!! Así cuestan lo que cuestan!!! Le ayudé a meter las vacas en la cerca y le enseñé a hacer fotos. Divulgando conocimiento.

Quería que me mezclara mas con las vacas... Pero  no me daba confianza cómo me miraba la blanca...

A partir de aquí todo consistía en quemar  kilómetros. Pedalear, barro, piedras. Cada vez que llegaba a un pueblo tenía que meterle un manguerazo a la bici, o el cambio se atascaba o el freno no frenaba. Así todo era más duro.

Carretera; puerto de montaña

Y es que Galicia no te lo pone nada fácil. Solo la entrada ya parece una advertencia, el puerto de Padornelo. Si eres capaz de pasarlo, no cantes victoria, todo lo demás es tambien así.

Los montes de Galicia. Al final les he cogido cariño, desde luego no creo que vuelva a montar por ningun otro sitio tan entretenido. Que gente, que caminos, tan mal hechos, algunos, y tan bonitos, otros.

Me encantan estos pasillos.

Por fin como y reanudo la marcha. Llevaré algo menos de 40 km.

No sé como se llamaba el pueblo, pero tambien tenía una subidita... De esas en las que te animan los lugareños. 

Me he clavado un bocata de bacon-queso y sigo tan débil que me he tenido que meter dos barritas y un gel para ver si absorbo nutrientes un poco antes.

Y por fin mi primer bicigrino auténtico!!! De pura cepa!!! Extemeño tenía que ser, el cabrón había salido el mismo dia que yo desde badajoz!!! La Zarza, su pueblo... Ciento y pico al dia se hacía el tío, su máximo, ciento sesenta y algo!!!!!

Pero tu compites no...??? Bueno... A veces... Hombre no me extraña. Con esos gemelos de 40 kilos la pieza.

Tuve que meter un sprint, pillarle, y hacerle parar para conseguir la foto. Nos subimos juntos el puerto y le dejé marchar. Yo era un lastre para él.

Pero me motivó. Él llegaba hoy a Santiago. Bueno... Yo tranquilito y a mi ritmo. 

Pero las ganas ya estaban ahí, y parece que la fuerza del bocadillo empezaba a hacerse notar. 

Desde que entré en Zamora llevaba viendo las rodadas de una bici que pasaba por los mismos caminos que yo. Este cabrón, que no le pillo nunca, seré el único bicigrino?? En serio este ha pasado por aquí?? Al final le pillé!!! Te cacé!!!

A partir de entonces solo volví ver sus rodadas marcandome el camino. 

Ya estoy cerquita de mi destino. 

Que nervios!!! Que cerquita!!!

Incluso creo que he pasado mi pueblo. 

Con 70 kilómetros que llevaba encima... Para Santiago! Hoy es el día!

Lo que cuesta llegar a Santiago. Desde ahí todavía tengo que pasar cuatro o cinco montes más. Me hago los 20 km en más de 2 horas. Un paquete. Paso mi pueblo, creía que lo había dejado atrás, pero ni había llegado.

Ya no puedo pararme y dormir agusto, esto está muy cerca. Las cuestas me las tengo que subir andando, cayendo goterones por la frente, a lo lejos veo casas, pero cuando las paso siempre hay otro monte que tengo que escalar.

Paso las vías del AVE. Se cruza el puente de la tragedia del Alvia.

Parece que quieren hacer aflorar tus sentimientos. Atravieso poblados y más poblados. Creo que por fin ya estoy ahí, ya veo la catedral, todo el casco antiguo. 

Bajo por una calle adoquinada, me estan despertando para ver a donde llego. 90 kilómetros hoy y estoy llegando, 515 en 7 días. Mientras bajo la cuesta me empiezo a emocionar. 

Para no hacerlo fácil al llegar abajo espera otra subida de 200 metros que me hace sudar no me quiero bajar de la bici. Con lo que me ha costado llegar voy a entrar montado. Que se aparten los coches, me da igual que sea dirección prohibida. Parece que estan acostumbrados a esta imagen. Todo el mundo te deja pasar. Saben que estas llegando al final de tu vaje. Subo la cuesta. Los ojos se me empiezan a poner vidriosos. Un par de callejuelas esquivando a gente y entro el la Plaza del Obradoiro.

Que liberación. Ya está, se ha acabado, lo has conseguido. Y mejorando tus expectativas.

Aquí ya no puedo sostenerlas más y se escapa una lágrima, la única que me permito. Parece que la plaza es mía, me doy un par de vueltas, montado aún en la bici, y me alejo al fondo, en frente de la catedral. Es mi momento.

Que experiencia más bonita. La repetiré, sin duda.

Compostelana en mano

Me he tenido que pillar un hotel.

Un buen pulpo a feira, cervecita y sol.

Y la vuelta.

"Por muy largo que sea el camino se empieza siempre con un primer paso"

(Confucio)

Gracias, muchas gracias a todos. Os he sentido cerca.